Bajo el Cerro Catalán
Un promontorio, conocido como Cerro Catalán, se eleva sobre el paisaje junto a la Hacienda de Torrijos [ver], marcando un punto de inflexión entre la subida al Aljarafe por la Cañada Real de las Islas y el Cordel de los Carboneros, dominando bajo su campo visual una vasta extensión del territorio, desde Gerena hasta Espartinas, controlando un enclave estratégico con gran valor paisajístico.
Esta situación favoreció la ocupación del lugar desde épocas remotas, como atestiguan los hallazgos recogidos en la Carta Arqueológica, donde se describe el yacimiento de Cerro Catalán como una potente estructura de planta cuadrangular, semejante a una torre, que atesora material reconocido de cronología protohistórica y también de época islámica, añadiendo la presencia de vestigios romanos al ya de por sí impactante yacimiento.
La ubicación pudiera deberse a la estratégica posición del yacimiento de Cerro Catalán, al pie de una antigua calzada romana, según describe la Carta Arqueológica. Más asombroso resulta para el observador comprobar la extensión de la estructura de Cerro Catalán, un área aproximada de 175 x 160 metros, que destaca en sus proporciones al compararla con el cuadrángulo que conforma la cercana Hacienda de Torrijos, de 120 x 95 metros (ver imagen de la derecha).
La forma de la estructura salta a la vista al modificar los colores y el contraste de alguna de las fotografías aéreas que hay disponibles por la red. Si encima le superponemos las líneas de las cotas de nivel (ver imagen de la izquierda), podremos reconocer la silueta de la construcción que se encuentra bajo el promontorio.
Yacimientos como el del Cerro Catalán nos recuerdan que Valencina es importante por lo que tiene ahora, y más aún por lo que guarda bajo tierra, con abundante información que el tiempo irá sacando a la luz y seguirá manteniendo a Valencina como un enclave arqueológico de primera magnitud.