Un grupo de expertos universitarios cuestionan la legalidad del Potaus
Olga Granado. 19:06:00 h. | 23/09/2008
Un grupo de investigación de la Universidad de Sevilla comandado por el catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio Luis Recuenco, cuestiona abiertamente la legalidad del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus), al tiempo que desmonta sus “contradicciones”, “incongruencias” y “parcialidades”.
Frente al Potaus es el descriptivo estudio presentado en una publicación de 80 páginas con todo el esfuerzo eshaustivo que su autor echa en falta en el documento para planificar el futuro de la aglomeración urbana de Sevilla. El estudio cuestiona como punto de partida que el Potaus sea un planeamiento, “porque no reúne las características ni responde a los objetivos”, al tiempo que “carece del contenido esencial mínimo exigible”.
Dentro de ese contenido mínimo exigible figura que “el Potaus debe ser el único plan metropolitano del mundo que no especifica la población y la dinámica de los municipios” que integran el territorio, dato que este libro sí incluye y, entre otras cuestiones revela que nueve poblaciones del área metropolitana superan el 30% de crecimiento de población máximo durante ocho años fijado por el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA): Espartinas (80,22%), Castilleja de Guzmán (66, 36), Almensilla (58,2), Salteras (43,31), Bollullos de la Mitación (41,43), Gelves (38,54), Palomares del Río (36,07) y Umbrete (30,28). “Procedería que el Potaus los excluyera de dicha limitación”, según el experto. Paradójicamente, la mayoría de estos municipios no entran en las áreas de oportunidad residenciales contempladas en el Potaus.
Precisamente el reparto de las llamadas áreas de oportunidad –desarrollo residenciales y productivos considerados de interés metropolitano y por tanto no sujetos a las restricciones del POTA ni de los PGOU (Plan General de Ordenación Urbana)– es el que se lleva la peor parte en el informe.
El crecimiento experimentado en los últimos siete años en el área metropolitana, y las proyecciones hasta 2015, arrojan que “los municipios gobernados por independientes y el PP crecen entre cinco y siete veces más que los gobernados por el PSOE” en población. Sin embargo, todos los que se llevan áreas de oportunidad residenciales son del PSOE. De los nueve mencionados antes, sólo Umbrete y Salteras están gobernados ahora por el PSOE.
Equipamientos. “El Potaus no define, ni cuantifica, ni localiza” los equipamientos, pese a que la Ley de Ordenación del Territorio de Andalucía (LOTA) le obliga a ello. Las mismas incoherencias encuentran los expertos en el sistema de infraestructuras contemplado, del que dicen que “contiene sólo vaguedades”, del tipo “la gestión del ciclo integral del agua debe gartnziar el suministro”, “los residuos necesitan un sistema integrado” o “debe facilitarse el despliegue de las infraestructuras de comunicaciones”. Para el urbanista, esta falta de concreción tiene un objetivo, “eximir a la Junta de Andalucía de cualquier compromiso, por muy fundado y exigible que resulte”.
No obstante, lo que más sorprende a este grupo de investigadores es que el Potaus condiciona los crecimientos urbanos a la dipsonibilidad de capacidad de las redes de comunicaciones en el área metropolitana, incluido el transporte público, un principio “urbanísticamente absurdo e incluso intrínsicamente ilegal”. Es lo mismo que decir que no son las administraciones las obligadas a construir colegios para los niños, sino que los ciudadanos no pueden tener hijos hasta que aquellas los hagan.
“El Potaus ni siquiera expresa cuál es la problación de los municipios, ni calcula su previsión de crecimiento, con lo que, obviamente, no la tiene en cuenta para nada”.
En cuanto a los equipamientos, el estudio destaca que no se identifica los suelos donde irán ubicados, “sino que se traslada al PGOU de cada municipio la capacidad de determinar el emplazamiento concreto” de las denominadas áreas de centralidad. Tampoco queda claro, según este estudio, en qué áreas de expansión se encuentran, a qué corona benefician, qué transporte público tienen garantizado y por qué ésas y no otras, cuestiones que el informe de sostenibilidad incluido en el Potaus consideraba claves establecer.
Las áreas de centralidad fijadas son en Pilas, Sanlúcar la Mayor, Salteras, Villanueva del Ariscal, Bormujos, Mairena del Aljarafe, Coria del Río, La Rinconada, Sevilla, Dos Hermanas, Alcalá de Guadíara, Mairena del Alcor, Carmona, Utrera y Los Palacios y Villafranca.
De las áreas de oportunidad, tanto productivas como residenciales, destaca que 28 de las 71 previstas afectan a olivares y cultivos de valor agrológico según el propio Potaus. Eso, sin entrar a valorar los espacios elegidos para su protección, en algunos de los cuales también detecta falta de criterios y justificación.
Tanto en éstas como en el reparto de las áreas de oportunidad residenciales y productivas encuentran parcialidad y ponen a Espartinas como el mayor ejemplo de la discriminación. “El municipio de mayor crecimiento poblacional de la aglomeración urbana, el tercero en potencial del Aljarafe, y con densidad 3,5 inferior a la media de la comarca y 13 veces inferior a la de Sevilla no puede clasificar suelo y tiene que pasar de ser el primero en dinamismo poblacional al último”, aseveran.
Es cierto que el Potaus incluye una memoria económica, pero ésta tampoco se escapa del duro repaso del informe, que subraya que la invresión se asigna a programas globables y no a cada acción, con lo que no se conocen ni el presupuesto ni los plazos de las mismas. “Nada se dice de las inversiones de abastecimiento de energía eléctrica, telecomunicaciones, gasísticas...”. Frases incluidas en dicha memoria económica como “los costes tienen carácter orientativo” o “debe evitarse que dererminadas administaciones adsuman en un corto periodo de tiempo inversiones que impiquen un muy elevado procentaje...”, terminan de servir de argumento a los autores del informe para sus conclusiones.