Obras Públicas aparca la plataforma de transporte público en la A-8077
18:11:00 h. | 05/07/2008
Sevilla. Francisco Veiga
La autovía entre Camas y Sanlúcar la Mayor está llamada a ser el gran alivio del tráfico en el norte del Aljarafe, pero de momento es la carretera de todos contra todos por las dificultades de encontrar un trazado que guste en todas las poblaciones que unirá. Incluso los partidos están divididos.
Y es que depende del pueblo, el PSOE e IU, los dos partidos hegemónicos en el área de conflicto, es decir el tramo entre Camas y Valencina de la Concepción, tienen posturas a veces enfrentadas. Encontrar una solución, según reconoció hace unos días el alcalde de Castilleja de Guzmán, Carmelo Ceba (PSOE), será como hallar la cuadratura del círculo.
Pero guste o no guste, la delegada provincial de Obras Públicas, Salud Santana, ya tiene su opción favorita: la alternativa 1, que llevará la autovía a pocos centenares de metros de las últimas viviendas de Santiponce para conectar allí con la Autovía de la Plata (A-66) y la futura SE-35.
La nueva autovía se denominará A-8077 y es conocida como carretera de los dólmenes por la posible afectación de su plataforma para el transporte público al impresionante yacimiento arqueológico de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán.
Esta autovía sustituirá a la actual carretera entre Camas y Sanlúcar la Mayor. El anteproyecto que maneja la Consejería de Obras Públicas contempla su transformación en autovía hasta Salteras –pero por un trazado diferente al de la actual, paralelo al ferrocarril Sevilla-Huelva, para no destrozar el campo de dólmenes– y también la creación de una plataforma para el transporte público y un carril bici justo al lado de la carretera actual. La delegada provincial, de todas formas, acaba de posponer sine die la construcción de la plataforma de transporte público, hasta ver por dónde puede discurrir sin hacer daño su trazado.
El anteproyecto de la autovía se muestra estos días por segunda vez a la exposición pública al haber detectado errores, como un estudio de impacto por ruido que no aparecía en la primera versión del anteproyecto, entre otros. Tras otros dos meses en exposición pública, el día 10 se acaba el plazo para presentar alegaciones.
Una nueva oportunidad de influir sobre el trazado que todos han aprovechado por la polémica que acompaña a esta autovía: conservacionistas como Aljarafe Habitable pusieron el grito en el cielo porque el desdoble supondría arriesgar de nuevo el yacimiento arqueológico. De hecho, la Consejería de Cultura debe examinar la viabilidad de esa plataforma de transporte público descartada de momento por Obras Públicas, toda vez que no pudo pronunciarse al llegarle unos planos de la infraestructura viaria que no la contemplaban.
Junto con la protección de los dólmenes, en Camas el equipo de gobierno (IU) y la oposición (que lidera el PSOE) se oponen al desdoble de la vía actual porque supondría expropiaciones de las viviendas de varios ciudadanos.
Y por contra, el PSOE de Castilleja de Guzmán se enfrenta a sus correligionarios de Camas y Valencina de la Concepción porque para los guzmareños esa carretera, la plataforma de transporte público y el carril bici son estratégicos para no quedar aislados. Mientras, Camas quiere cada vez menos tráfico por allí y Valencina de la Concepción proteger los dólmenes, su filón de cara al turismo.
Enlaces. Las soluciones para el tramo en autovía suponen también división de opiniones en taifas locales: IU de Camas –y con ella el PSOE– quieren alejar su trazado del casco urbano porque aislaría el barrio de La Cruz. E IU de Santiponce –en la oposición– aboga por llevar la autovía lo más cerca posible de Camas –y por lo tanto lejos de su pueblo– para reivindicar la lucha contra la contaminación acústica y otras molestias como la afección visual al área del monasterio de San Isidoro del Campo.
La decisión de la delegada provincial, confirmada por ella a este periódico, les perjudica directamente y el PSOE de esta población, reacio a que la carretera pase cerca del pueblo, se ve venir que se va tener que tragar el sapo si esta opción, la alternativa 1, se impone.
Patrimonio. Población anterior a la propia ciudad de Sevilla.
Se puede decir rozando el chiste y abusando del anacronismo que el conjunto de dólmenes de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán son la prueba de que la Gran Sevilla existía antes que la propia capital hispalense. Y es que junto a los más conocidos dólmenes de Matarrubilla, Montelirio, Ontiveros y La Pastora, los arqueólogos perciben los vestigios de un gran asentamiento prehistórico. Las últimas excavaciones arqueológicas en Montelirio desvelan que se trata de un patrimonio único en Europa. De ahí que organizaciones conservacionistas y determinados consistorios pongan el grito en el cielo ante cualquier proyecto que pueda poner en riesgo este patrimonio. Son los vestigios de una civilización que floreció entre el tercer milenio antes de Cristo y el año 1.500 antes de la era cristiana. Vivían en este entorno porque todavía se estaba formando, en los humedales insalubres sobre un pequeño golfo en la desmbocadura del río Guadalquivir, el suelo de lo que mucho después sería Sevilla. Los historiadores tienen aún mucho trabajo por delante para discernir cómo vivían, qué ritos y qué régimen político tenían estos primeros habitantes.