Las nuevas reglas de juego
10-10-07
Las nuevas reglas de juego . Informes vinculantes de impacto metropolitano, movilidad y sostenibilidad
02:51 C.MÁRMOL
SEVILLA. La Junta ha incluido en el Plan Metropolitano de Sevilla toda una serie nuevos requisitos que los municipios sevillanos tendrán que cumplir a partir de este momento a la hora de elaborar sus respectivos planeamientos urbanísticos. Se trata de toda una serie de informes vinculantes sobre diferentes aspectos urbanísticos -sostenibilidad, entorno metropolitano, movilidad e incluso vivienda- que deberán presentarse ante la autoridad territorial -la consejería de Obras Públicas que dirige Concepción Gutiérrez- para que ésta dé luz verde a sus correspondientes Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU).
La elaboración de estos documentos, que son obligados, no garantiza a los distintos consistorios que los nuevos crecimientos urbanos que presenten dentro de su planeamiento salgan adelante, pero sí les fuerzan a concebir estos proyectos conforme a un nuevo patrón urbanístico que deberán asumir. Dicho de otra manera: los citados informes son obligatorios para que la Junta tenga en consideración su propuesta de planificación urbanística, aunque no son garantía alguna de que ciertas operaciones serán autorizadas.
En términos generales, los consistorios no podrán cuestionar el modelo de "ciudad compacta" que defiende tanto el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) como el Plan Metropolitano de Sevilla. Tampoco podrán rebasar los límites impuestos por la Junta al crecimiento poblacional y la calificación de suelo urbanizable, establecidos en un caso en un 30 por ciento y, en el otro, en un máximo del 40 por ciento. Ambos parámetros se calculan en relación al marco urbanístico histórico o vigente en el momento temporal de realizar el nuevo PGOU.
La aplicación de estos criterios generales será más o menos intensa en función del sector concreto del área metropolitana del que se trate. La Junta dibuja, dentro del marco global de la Gran Sevilla, distintos escenarios de control en función del diagnóstico y las potencialidades de cada una de las comarcas o zonas donde se ubican los distintos municipios afectados. En líneas globales, no obstante, la directriz de controlar el proceso de urbanización será casi universal. Sin excepciones. Así como la reorientación de las propuestas municipales en favor del modelo de urbe mediterránea. Los ayuntamientos deberán mejorar el territorio que ya ocupan y crecer exclusivamente sobre las zonas más próximas a sus cascos urbanos.
