Urbanismo en Valencina

Las obras de reurbanización en la Calle Blas Infante (calle del cura) terminaron a tiempo para la cita del sábado. Restaba por terminar durante esta semana pasada el tramo final de la calle, en el encuentro con la Plaza de Nuestra Señora de la Estrella.

El resultado final de la obra en cuanto a ejecución técnica es más que aceptable. Se ha recuperado el adoquinado tradicional con un acabado regularizado, para evitar las molestias propias de los adoquines al transitar sobre ellos. Además, se ha reducido la altura de los bordillos y se han colocado vados para minusválidos en las esquinas en la confluencia con las calles Fray Ambrosio y Pablo Picasso.

Por su parte, los acerados no se adaptan al Decreto 72/1992 para la eliminación de barreras arquitectónicas. El ancho mínimo de los itinerarios peatonales públicos debería ser como mínimo de 1,20 metros (art. 6º a) ), ancho que sólo se alcanza en uno de los extremos, en el encuentro con la calle Pablo Picasso. Al menos, las dimensiones mínimas de los acerados en las zonas más estrechas rondan los 80 cm, con lo que las personas con silla de ruedas pueden intentar pasar aunque sea con dificultades. La sección de la calle realmente no da para más.

Lo óptimo habría sido optar por soluciones de diseño alternativas, como la ejecutada en calle Aljarafe, donde las personas con silla de ruedas pueden evitar las zonas estrechas pasando momentáneamente por la calzada y volver a la acera tras el obstáculo. No obstante, ese tipo de obras no habría sido aceptado mayoritariamente debido al cambio que supondría en la fisonomía de la calle.

En definitiva, una obra de urbanización bien ejecutada, cuidada en los detalles, y con un diseño tradicional y esperado para una calle céntrica.

Zona de Blas Infante terminada a finales de la semana pasada.

Vado para minusválidos en la esquina entre Blas Infante y Pablo Picasso.
Se puede apreciar la estrechez del acerado de Pablo Picasso (hacia el Navarro).

Acometidas de electricidad colocadas en la obra. Se ha cuidado la reposición
de los zócalos tras las regolas que se han practicado en las fachadas. Salvo
algunos elementos de cerámica, los demás tipos de materiales que
componían los zócalos se han procurado reponer en la medida de lo posible.