Itálica gestionará los dólmenes
18-11-2007
Itálica gestionará El Carambolo y los dólmenes como organismo autónomo
ABC A. GARCÍA REYES/SEVILLA Ayer se aprobó en el Parlamento la nueva Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía con el apoyo de todas las fuerzas políticas. Y el presidente de la Fundación Itálica, José Rodríguez de la Borbolla, no tardó en ponerse manos a la obra para que el conjunto arqueológico se beneficie de las nuevas medidas contempladas por el texto. Según refleja la Ley a partir de ahora habrá una nueva figura de protección del patrimonio que se denominará Parque Cultural, cuyas principales ventajas son dos: que consta de un organismo de gestión autónomo y que acoge bajo ese mismo órgano jurídico a cuantos yacimientos se encuentren en un mismo entorno medioambiental. Pero tiene que ser una institución civil la que efectúe la petición. Y en el caso de Itálica el problema está resuelto. La Fundación que preside Rodríguez de la Borbolla inició ayer mismo las gestiones, según informó a ABC el viceconsejero de Cultura de la Junta, José María Rodríguez, para conseguir esta denominación, de manera que el Conjunto Arqueológico de Itálica gestionará también El Carambolo y todos los yacimientos prehistóricos del Aljarafe, entre los que destacan los de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán.
«Esta nueva figura permite que se gestione el patrimonio histórico y el entorno medioambiental en el que se encuentra de forma conjunta. Hay muchos parques naturales que también tienen yacimientos arqueológicos, por lo que cuando ocurre esto se pueden hacer varias cosas: crear un organismo de gestión autónomo para ambos o aproyechar el organismo de gestión que ya tenga uno de ellos. Por ejemplo, en el caso de Itálica, será el conjunto arqueológico el que gestione el resto del parque, con El Carambolo y los dólmenes incluidos», explicó el viceconsejero a este periódico. Para esta cuestión la Ley se ha consensuado con Medio Ambiente, ya que «también hay casos en los que un parque natural ya tenga organismo de gestión y desde allí se gestione el patrimonio cultural de su entorno. La idea es que no se amplíe la burocracia administrativa, sino que se optimizarán los recursos, de ahí que a los órganos de administración mediambiental les demos competencias en patrimonio»
En lo referente a Itálica, esta nueva medida se traduce en que «ahora tendrá más competencias, más funciones, porque sería un órgano de gestión propia y actuaría sobre otras zonas patrimoniales». Sin embargo, hasta que eso ocurra debe haber un proceso administrativo: «Hay que hacer un expediente de solicitud por parte del promotor, que va a ser la Fundación, y en virtud de que entre en vigor la nueva ley ya se promoverá por dicha Fundación esta calificación para definir qué condiciones deben cumplirse y si se cumplen todos los requisitos. Cuando se supere ese trámite, se le concederá la nueva calificación en Consejo de Gobierno».
Es decir, a partir de ese momento Itálica «funcionará como cualquier conjunto arqueológico que tiene su organismo de gestión separado de la Consejería de Cultura: con un director, un equipo técnico...». La Alhambra es el ejemplo más cercano. De hecho, Rodríguez de la Borbolla ya ha expresado públicamente en varias ocasiones su deseo de que el conjunto arqueológico de Santiponce funcione con la misma agilidad que el monumento granadino, sobre todo después de que este periódico publicara un reportaje en el que se ponían de relieve las carencias que Itálica tiene en varios aspectos de su gestión, como la conservación, la vigilancia y la logística turística. Según el presidente de la Fundación, la idea sería que el nuevo Parque Cultural acogiera Itálica, El Carambolo, los dólmenes del Aljarafe y el Monasterio de San Isidoro del Campo, algo que provocaría «una mayor protección legal frente a desmanes urbanísticos». Además, Rodríguez de la Borbolla afirma que «sería muy interesante poder ofrecer una ruta en la que en un sólo día se pudieran visitar varios grandes momentos de nuestra historia: la prehistoria, la etapa prerrománica de los tartesos en El Carambolo y la Sevilla romana».
Aún no hay plazos de tiempo para que esta idea se convierta en realidad. Pero el primer paso se dio ayer en el Parlamento de Andalucía.
Itálica gestionará El Carambolo y los dólmenes como organismo autónomo
ABC A. GARCÍA REYES/SEVILLA Ayer se aprobó en el Parlamento la nueva Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía con el apoyo de todas las fuerzas políticas. Y el presidente de la Fundación Itálica, José Rodríguez de la Borbolla, no tardó en ponerse manos a la obra para que el conjunto arqueológico se beneficie de las nuevas medidas contempladas por el texto. Según refleja la Ley a partir de ahora habrá una nueva figura de protección del patrimonio que se denominará Parque Cultural, cuyas principales ventajas son dos: que consta de un organismo de gestión autónomo y que acoge bajo ese mismo órgano jurídico a cuantos yacimientos se encuentren en un mismo entorno medioambiental. Pero tiene que ser una institución civil la que efectúe la petición. Y en el caso de Itálica el problema está resuelto. La Fundación que preside Rodríguez de la Borbolla inició ayer mismo las gestiones, según informó a ABC el viceconsejero de Cultura de la Junta, José María Rodríguez, para conseguir esta denominación, de manera que el Conjunto Arqueológico de Itálica gestionará también El Carambolo y todos los yacimientos prehistóricos del Aljarafe, entre los que destacan los de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán.
«Esta nueva figura permite que se gestione el patrimonio histórico y el entorno medioambiental en el que se encuentra de forma conjunta. Hay muchos parques naturales que también tienen yacimientos arqueológicos, por lo que cuando ocurre esto se pueden hacer varias cosas: crear un organismo de gestión autónomo para ambos o aproyechar el organismo de gestión que ya tenga uno de ellos. Por ejemplo, en el caso de Itálica, será el conjunto arqueológico el que gestione el resto del parque, con El Carambolo y los dólmenes incluidos», explicó el viceconsejero a este periódico. Para esta cuestión la Ley se ha consensuado con Medio Ambiente, ya que «también hay casos en los que un parque natural ya tenga organismo de gestión y desde allí se gestione el patrimonio cultural de su entorno. La idea es que no se amplíe la burocracia administrativa, sino que se optimizarán los recursos, de ahí que a los órganos de administración mediambiental les demos competencias en patrimonio»
En lo referente a Itálica, esta nueva medida se traduce en que «ahora tendrá más competencias, más funciones, porque sería un órgano de gestión propia y actuaría sobre otras zonas patrimoniales». Sin embargo, hasta que eso ocurra debe haber un proceso administrativo: «Hay que hacer un expediente de solicitud por parte del promotor, que va a ser la Fundación, y en virtud de que entre en vigor la nueva ley ya se promoverá por dicha Fundación esta calificación para definir qué condiciones deben cumplirse y si se cumplen todos los requisitos. Cuando se supere ese trámite, se le concederá la nueva calificación en Consejo de Gobierno».
Es decir, a partir de ese momento Itálica «funcionará como cualquier conjunto arqueológico que tiene su organismo de gestión separado de la Consejería de Cultura: con un director, un equipo técnico...». La Alhambra es el ejemplo más cercano. De hecho, Rodríguez de la Borbolla ya ha expresado públicamente en varias ocasiones su deseo de que el conjunto arqueológico de Santiponce funcione con la misma agilidad que el monumento granadino, sobre todo después de que este periódico publicara un reportaje en el que se ponían de relieve las carencias que Itálica tiene en varios aspectos de su gestión, como la conservación, la vigilancia y la logística turística. Según el presidente de la Fundación, la idea sería que el nuevo Parque Cultural acogiera Itálica, El Carambolo, los dólmenes del Aljarafe y el Monasterio de San Isidoro del Campo, algo que provocaría «una mayor protección legal frente a desmanes urbanísticos». Además, Rodríguez de la Borbolla afirma que «sería muy interesante poder ofrecer una ruta en la que en un sólo día se pudieran visitar varios grandes momentos de nuestra historia: la prehistoria, la etapa prerrománica de los tartesos en El Carambolo y la Sevilla romana».
Aún no hay plazos de tiempo para que esta idea se convierta en realidad. Pero el primer paso se dio ayer en el Parlamento de Andalucía.
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